Decíamos el año pasado
por estas fechas, a cuenta de la consulta participativa por la independencia de
Catalunya, que el sistema de partidos catalanes iba a
estallar por los aires durante 2015. Nos pudimos equivocar en muchas cosas, pero en esta hemos acertado. El 27
de Septiembre hay convocadas unas elecciones autonómicas a las que CiU no se
presenta porque ya no existe. Tampoco lo hará su heredero, CDC, ni su principal
rival, ERC. Sí que se presentan, pero de manera disimulada, las entidades
sociales –sociales hasta ahora, claro- que lideraban todo el proceso, la
Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural. ICV se camufla dentro de
una coalición de partidos más amplia, donde están Podemos y Equo, además de su
comparsa EUiA. La CUP, de partido minoritario, podría acabar teniendo una cifra
bastante alta de parlamentarios. Y C’s aspira a liderar el unionismo. Ya en los
márgenes de la irrelevancia política, el PP ha abandonado las posturas
conservadoras para pasarse a la extrema derecha e intentar robar votos en el
área metropolitana más desencantada con la crisis gracias al racismo –¡Bienvenido,
eras lo que faltaba!-, y la única constante en todo esto es la caída libre del
PSC, que parece no tener fin.
Hecho este breve resumen
–en el que los chistes sobre el PSC ya no lucen por tan desgastados que están-,
convendría analizar cómo está siendo la precampaña de las formaciones
independentistas y ver las fuerzas con las que llegan a la campaña. Antes de
esto, y pensando en lectores no iniciados, cabe recordar que estas elecciones
están marcadas por el carácter plebiscitario sobre la independencia de
Catalunya. Debido a que el Estado español bloqueó todo intento de realizar un
referéndum legal sobre la independencia de Catalunya, y que Artur Mas se terminó echando atrás y
transformando éste en una mera consulta participativa, las fuerzas independentistas han propuesto a la
ciudadanía votar en unas elecciones autonómicas, como si se tratara del
referéndum. El carácter plebiscitario de las elecciones lo decidirán los
electores, ya que si las dos listas independentistas consiguen una mayoría de
votos y de escaños, el mandato democrático será claro.
En tres entradas
separadas de este blog, se realiza el análisis, indudablemente muy incompleto, de las dos listas claramente independentistas
–Junts pel Sí, CUP-Crida Constituent-
y una tercera –Catalunya Sí Que es Pot-,
que según cómo vayan los juegos electorales en el Parlament y en el Congreso de
Diputados, podría sumárseles al medio o largo plazo.
Foto: ANC
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